jueves, 28 de julio de 2011

Trucos para dormir en verano

 

Hidratarse, poner el aire acondicionado o no “dar vueltas sobre la cama” ni “intentar dormir a toda costa” ayudan a conciliar el sueño ante el calor, que afecta sobre todo a niños y personas mayores, según ha explicado el vicepresidente de la Asociación Española del sueño, Gonzalo Pin.
Así, en declaraciones a Europa Press, el experto ha señalado que “la luz, el ruido y la temperatura” son los tres factores de los que el depende el sueño. Además, ha situado la temperatura ideal “a la que el organismo duerme mejor” entre 18 y 21 grados, de forma que “hacia arriba y hacia abajo” se puede ver alterado el descanso. “Las dificultades y un ambiente hostil hacen que sea más difícil conciliar el sueño“, ha valorado el experto.

Los que más padecen las altas temperaturas para conciliar el sueño son los niños y los ancianos ya que “son muy sensibles” y duermen de forma “más fraccionada”. Además, en España, las casas están más acondicionadas para el frío, según este especialista, por lo que es en verano cuando surgen más problemas para poder dormir de forma adecuada.
Por ello, ha aconsejado hacer uso del aire acondicionado, si se tiene, ya que, en contra de la creencia general, “no es malo utilizarlo por la noche siempre y cuando sea a una temperatura adecuada, en torno a los 22 grados, ya que facilita el sueño“. También ha puntualizado que no hay problema en que los niños duerman con este tipo de climatización. “Pero no hay que colocarse debajo del chorro, el objetivo es conseguir una temperatura agradable”, ha precisado.
Cuanto más se busca el sueño es más difícil que aparezca
Por otro lado, ha relativizado el no llegar a dormir bien durante unos días: “No pasa nada por dormir mal dos o tres días, podemos soportarlo”, si bien ha señalado que en caso de que se precisen somníferos, “siempre” deben ser bajo prescripción médica”, un extremo que sería “planteable” si la carencia de descanso afecta ya a la vida cotidiana.
Además, ha desaconsejado “dar vueltas en la cama”. “No hay que intentar dormirse a toda costa ni irse a la cama porque es la hora”, ha explicado Pin. En este sentido ha señalado que el sueño “es un amigo que cuanto más lo buscas más difícil es que venga”.
Uno de los motivos que hace que con alta temperatura sea más complicado dormir es que el descenso de la temperatura corporal, que se produce cada 24 horas y es una de las “señales de aviso” para conciliar el sueño, desaparece. “Con una temperatura ambiental elevada, la oscilación de la temperatura corporal está más dificultada y la señal es menos clara”, ha dicho.

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